sábado, 3 de julio de 2010

Canta

A 104 km al noreste de la ciudad de Lima, en la margen izquierda del río Chillón, se encuentra el apacible y pintoresco pueblo de Canta, capital de la provincia del mismo nombre.

La visión de sus angostas y empinadas callecitas, y sus casonas antiguas con sus tradicionales techos a dos aguas, trasladan al viajero a otro tiempo, y lo convierten en el protagonista de una postal costumbrista.

La provincia se extiende desde las alturas de la Cordillera de La Viuda hasta los límites de la provincia de Lima. Comprende los distritos de Arahuay, Huamantanga, Huaros, Canta, San Buenaventura, Lachaqui y Santa Rosa de Quives.

En la zona floreció la remota cultura de los Atavillos. Luego, a principios del siglo XVI, fue dominada por el Inca Pachacútec durante su marcha hacia el norte. Los conquistadores españoles hallaron en Canta una localidad próspera.

Fue entregada como encomienda a don Nicolás de Ribera, el Mozo. Durante la campaña por la Independencia de la corona española sus habitantes prestaron un gran apoyo a la causa libertadora. Por ello en el año 1839 fue declarada "heroica villa".

Muy cerca de la ciudad, entre la quebrada Yanacocha y el pueblo de Huaros, se hallan dos bosques de puyas de Raimondi, una especie nativa que tiene su hábitat natural sobre los 3,000 msnm.

La planta alcanza los 10 metros de altura. Suele llegar hasta los 100 años, soltar sus semillas y morir lentamente.

roduce la mayor inflorescencia del mundo: un aproximado de 17,000 flores de una sola vez. Lleva el nombre de su descubridor, el insigne naturalista de ascendencia italiana Antonio Raimondi, y está en peligro de extinción.

Se halla a 2,942 msnm y en la zona el sol brilla todo el año. La temporada de lluvias es de octubre a abril.